Estoy triste,
y no quiero ver a nadie,
mi mirada se pierde
la oscuridad de la calle.
¿Para qué soñar si está oscura la tarde?
Ha sonado la hora,
y estoy sola en el inmenso paisaje.
Al abrir mi ventana nada más hay sombra,
estoy triste y ya no quiero llorar.
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